La Revolución Agrícola Británica se refiere al período de cambio de los sistemas agrícolas tradicionales a los modernos en Gran Bretaña que ocurrió entre mediados del siglo XVII y finales del siglo XIX. Antes de la revolución, se utilizaba el sistema de cultivo de campo abierto, lo que provocaba el pastoreo excesivo del ganado, la cría descontrolada y la propagación de enfermedades animales. Se adoptaron la mecanización y los principios científicos, lo que condujo a una mayor productividad y eficiencia. A medida que los productos agrícolas se volvieron cada vez más eficientes, se requirieron menos trabajadores, hubo más alimentos disponibles y surgieron industrias como resultado de la revolución agrícola.
Factores que impulsan la revolución agrícola
Varios factores facilitaron la revolución, siendo el primero las leyes parlamentarias sobre el cercado de tierras. Una serie de leyes parlamentarias en el Reino Unido promovieron la concentración parcelaria, ya sea en propiedad o en alquiler. El objetivo de este sistema era establecer porciones separadas de tierra para permitir una utilización eficiente y económica de la tierra. Los actos sentaron las bases para un sistema de propiedad de la tierra en Gran Bretaña. Grandes extensiones de tierra podrían utilizarse con fines agrícolas y aumentar la productividad. La formación de sociedades agrícolas y espectáculos anuales facilitó la innovación y la difusión de ideas. Se adoptaron métodos más eficientes a medida que el conocimiento se generalizó. Otros factores fueron las condiciones climáticas cambiantes, el aumento de la población de ganado, las innovaciones y mayores rendimientos.
Cambios en Tecnología y Métodos de Cultivo
Numerosos cambios caracterizaron la revolución cuando las máquinas reemplazaron a las personas en las granjas. Las innovaciones notables incluyeron la sembradora, que fue inventada por Jethro Tull y permitió plantar semillas profundamente en el suelo mecánicamente. Anteriormente, las semillas se habían plantado en la capa superior y se lavaban o perdían rápidamente. La máquina de vapor, mejorada y patentada por James Watt, popularizó el uso de la energía de vapor y facilitó la invención del barco de vapor por parte de Robert Fulton. El Steamboat permitió un transporte más rápido y económico y facilitó la invención del tren a vapor por parte de Stephenson. Con una mejor infraestructura, los productos ahora podían viajar por todo el país, una situación que ayudó aún más a impulsar el comercio.
Se recuperaron áreas más grandes de tierra mediante el drenaje de humedales, la tala de bosques y la transformación de pastos en las tierras altas. El sistema de rotación de cultivos, defendido por agricultores como Charles Townshend, fue ampliamente adoptado por los agricultores. En el sistema, se plantaron cultivos forrajeros como nabos y tréboles en lugar de dejar la tierra en barbecho. El trébol y los nabos se alimentaron al ganado y también mejoraron la fertilidad del suelo. La cría científica de animales condujo al desarrollo del ganado Shorthorn, adecuado tanto para la producción de leche como de carne. El Dishley Longhorn sentó precedente para el desarrollo de más ganado de gran tamaño y alta calidad. Robert Bakewell defendió la cría selectiva de ovejas para desarrollar razas más grandes con lana larga y brillante, como Lincoln Longwool y New Leicester.
La máquina trilladora, inventada por Andrew Meike, mejoró la eficiencia de la cosecha de granos. Numerosas otras innovaciones incluyeron la máquina para arrojar heno, la lanzadera voladora, la jenny giratoria y la mula de Crompton para la producción de hilo. A medida que se hicieron más y más innovaciones, la agricultura se automatizó cada vez más.
Papel del clima y patrones meteorológicos
A mediados del siglo XVII, el clima en Inglaterra se volvió más frío y húmedo, y la selección inteligente de semillas se volvió aún más crucial para los agricultores británicos. Se desarrollaron variedades nuevas y superiores, como el trigo rojo de orejas blancas, el trigo de tallo rojo y la cebada de espigas estrechas, que tenían una temporada extendida y que podían almacenarse en graneros por períodos más cortos. A medida que se introdujeron más y más cultivos nuevos, los rendimientos aumentaron a cambio. Los climas más húmedos también significaron que los ríos corrían durante todo el año y aumentaban el suministro de agua.
Efectos sobre la Gran Sociedad y el Comercio Británicos
Los efectos de la revolución fueron inmensos y de largo alcance. Ahora los agricultores podían proporcionar lo suficiente a la población y el excedente de producción se intercambiaba. Una mejor infraestructura significó que los productos llegaran a los mercados locales e internacionales a través de las exportaciones. A medida que aumentó la producción de alimentos, se experimentó un aumento en la población a medida que se podía sostener a más personas. Una gran población del Reino Unido se convirtió en no propietaria de tierras cuando entró en vigor el sistema de tenencia de la tierra, una situación que creó un gran mercado para los productos agrícolas y ayudó a impulsar el comercio. La mejora del comercio permitió el crecimiento del sector bancario y el desarrollo de servicios de préstamo como ayuda económica a los agricultores y, por lo tanto, apuntaló la revolución industrial.
La facilitación de la revolución agrícola de la revolución industrial
La revolución agrícola en Gran Bretaña fue fundamental en los desarrollos que caracterizaron a la revolución industrial. El sistema de cercamiento había desplazado a personas que posteriormente se trasladaron a las ciudades. Un mayor aumento de la población proporcionó mano de obra para las industrias. La revolución agrícola, que condujo a una mayor abundancia de alimentos, había provocado importantes reducciones en los precios de los productos alimenticios. La población disponía así de más renta disponible para gastar en productos industriales. La necesidad de sostener la producción de alimentos inspiró más inventos tecnológicos que facilitaron la revolución industrial. Durante el período agrícola, el Reino Unido se volvió económicamente próspero y rico a medida que los agricultores adquirían capital para invertir en industrias y tecnología. Las innovaciones en la revolución agrícola,